domingo, 21 de octubre de 2012

Recuerdo..

Me acuerdo de pequeña cuando me caía y me hacía una herida. Dolía durante un tiempo y luego salía la postilla. Y cuando tenía la postilla delante, siempre me repetía que no debía quitármela, que me haría más daño y que luego la herida sería mas grande. Pero al final siempre caía, me olvidaba de todo y disfrutaba quitándome la postilla, aun sabiendo que luego seria peor. ¿Sabes? Contigo me pasa lo mismo. Una vez que me hiciste daño, me prometí dejar que la herida desapareciese, y no fui capaz. No pude aguantar, no fui lo suficientemente fuerte para no quitar la postilla, o en este caso, para no volver a caer en tus brazos, sabiendo que algún día, la herida será mucho más grande.

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