martes, 13 de marzo de 2012

Ya nada es como antes...

Era una tarde como otra cualquiera, ella estaba ansiosa por verle. Como siempre antes de salir miro la fotografía que tenía junto a él en su habitación durante unos segundos mientras sonreía y pensaba "qué tonta". Como de costumbre cogió su perfume favorito, ese que a él tanto le gustaba y salió a su encuentro, a la hora de siempre, en el sitio de siempre. Curiosamente esa vez no fué como siempre. Ella se acerco sonriente a abrazarle pero el estaba frío... Algo ocurria, en cierto modo ella lo veía venir y sabía con certeza lo que ocurriría a continuación "tarde o temprano tenía que ocurrir, por mucho que duela" pensó. Y así fué, el fin. Todo acabo, una gran amistad, complicidad y compenetración. Echaría de menos aquellas conversaciones, aquellas risas e incluso las peleas y el llanto compartido pero no en todas las ocasiones las "cosas" duran eternamente. Aunque nunca perdió la esperanza, ella siguió esperando en el sitio de siempre, a la hora de siempre mientras el tiempo trans curria y todo cambiaba a su alrededor. "Quizá es demasiado tarde, quizá sea mejor dejarlo pasar, quizá era lo que tenía que pasar..." miles de pensamientos recorrían su cabeza y millones de sensaciones la inundaban pero decidió que la vida era corta, que de los errores se aprende y que las historias no siempre terminan con un final feliz como en sus libros. Y decidió ver la realidad y seguir hacía adelante... Alguien le dijo una vez deja lo que quieres en libertad si vuelve estara contigo para siempre y sino es que no te pertenecía desde un principio. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario