Esa sensación que te recorre todo el cuerpo, de los pies a la cabeza.Ese momento en el que respiras tan hondo que sientes que te va a explotar el pecho, y justo, cuando sientes que no entra más oxígeno en los pulmones, es cuando sientes que te asfixias. Sueltas una carcajada y en ella, todo el oxígeno contenido en tu pecho. Y justo en ese momento te das cuenta de que merece la pena vivir, solo por sentir esa emoción, ese momento en el que el mundo se vuelve de color rosa y ves la vida con otros ojos, con unos ilusionados y positivos.